Miras al cielo de la noche y lo ves inundado de estrellas.Tantas y tantas estrellas a miles, millones de kilómetros de distancia. Y toda esa distancia es tan fuerte como el amor que sientes por ella.¿Cuántas noches han habido besos, caricias, miradas, y esas estrellas inmóviles han contemplado vuestro amor?
Cariño. Amor. Complicidad. Pensamientos. Besos. Lenguas. Saliva. Dos cuerpos. Unidos. Una luz en el cielo. ¿Qué es?... "La luna, no te asustes". La luna fue testigo y quien os dio su resplandor. Y entre sombras vuestras siluetas se dibujaban para formar una única. Si te fijabas bien, se podía ver la forma de un corazón.
Interminables noches a su lado dónde esa chispa que existía entre ella y tu era fuerte, robusta, dueña de la situación. Nació una chispa que se convirtió en llamas. Erais dos llamas, un fuego intenso, penetrante, el cual nadie podía extinguir.
Cuanto amor... Felicidad. Era la palabra al despertar.
Cuanto amor contemplaron las estrellas...
Y ellas, te escribian su nombre noche tras noche al anochecer. Y en el crepúsculo del día, se podian vislumbrar las estrellas como iban apareciendo y saliendo de su escondite. Y te pasabas horas mirando; hasta que la oscuridad anegaba la ciudad y se podían ver con todo su esplendor. Entonces ahí, cuando el sueño no conseguía entrar en tu cuerpo, contemplabas la inmensidad del cielo y unías entre lineas imaginarias cada estrella para formar su cara. Sus ojos. Su nariz. Su boca y sus delicados labios.
Y ahora, ¿cuántas noches necesitaras para asumir que esta perdido? La chispa ha desaparecido. Los enfados son constantes. Las palabras de amor se las ha llevado el dolor. Y en su mirada... en su mirada ya no existe amor.
Ya no miras a las estrellas, son ellas las que te miran a ti. Como lloras, como las lágrimas caen por tu cara y mojan la almohada. Cada lágrima derramada existe en ella un sentimiento, una palabra, un hecho, un dolor, un te amo...
Y en este momento, ya no quieres volver a mirar las estrellas porque sabes que donde antes escribian su nombre escrito, ahora han escrito un adiós.